
El fútbol argentino atraviesa horas de profunda tristeza tras la muerte de Miguel Ángel Russo, uno de los entrenadores más queridos y respetados del país. A los 69 años, el técnico que llevó a Boca Juniors a conquistar su sexta Copa Libertadores falleció rodeado de su familia, dejando una huella imborrable en el deporte nacional.
Su despedida será tan simbólica como emotiva: el velatorio se llevará a cabo en el hall principal de La Bombonera, el estadio que consideraba su hogar y donde vivió algunos de los momentos más felices de su carrera. Las puertas se abrirán este jueves a las ocho de la mañana y permanecerán habilitadas durante 24 horas para que hinchas, jugadores y allegados puedan despedirlo en Brandsen 805.
La noticia de su fallecimiento impactó de inmediato en todo el país y llegó hasta el plantel de la selección argentina, que se encontraba entrenando en Miami. El presidente de la AFA, Claudio Tapia, comunicó la noticia a Lionel Scaloni, quien reunió al equipo para rendirle un minuto de silencio acompañado por un respetuoso aplauso.
El club Boca Juniors confirmó la noticia a través de un comunicado en el que destacó la calidez, el esfuerzo y la alegría que caracterizaron a Russo tanto dentro como fuera de la cancha. Mensajes de condolencia llegaron desde toda Sudamérica: clubes como River Plate, San Lorenzo, Estudiantes, Rosario Central, Vélez y Millonarios de Colombia recordaron su trayectoria y su calidad humana.
Miguel Russo se despide en el mismo lugar donde forjó su leyenda, entre los colores azul y oro, el aliento de su gente y el reconocimiento de todo un país que hoy lo despide con respeto y gratitud.